Cómo saber si estás creando contenido de calidad
¿Crees que tus contenidos no funcionan como esperabas? ¿Que tus mensajes no llegan a tu público o no logras captar su interés? ¿Que no consigues dar con la temática que te diferencie como marca? ¿Te cuesta mantener la constancia y el nivel de calidad? ¿Crees que algo está fallando a la hora de crear contenidos y no sabes lo que es? Pues tranquilo, porque en este post vamos a darte algunas claves para asegurarte de crear contenido de calidad, que cubra tus necesidades y cumpla tus objetivos y expectativas.
Un contenido de mala calidad es un contenido inútil
Es lo primero que hay que tener en cuenta. La premisa fundamental. Un contenido que se hace sin convicción, sin pasión, sin coherencia o sin los recursos adecuados es un contenido abocado al fracaso. Puede estar maravillosamente escrito, pero ser inadecuado. Puede estar muy trabajado y bien documentado, pero no tener alma. Puede ser constante, completo y original, pero carecer de interés para tu público. O puede ser perfectamente adecuado, coherente, relevante y útil, pero no alcanzar una mínima calidad.
Los contenidos hay que cuidarlos, mimarlos como una planta. Tienen que tener la luz adecuada, el abono que mejor les va, el riego justo y necesario, una buena base sobre la que echar raíces, un entorno que facilite su desarrollo. Y el cariño de su dueño. Una planta no se tiene porque sí, se tiene porque quieres que crezca sana, lozana y perfecta. Y eso requiere compromiso, dedicación e interés en hacer las cosas bien. Con los contenidos pasa exactamente lo mismo. También se merecen los mejores cuidados. Todo el mimo que les puedas dar.
¿Quieres saber cómo?
En este post te damos unas claves fundamentales para cuidar la calidad de tus contenidos como se merecen.
Antes de empezar, recuerda una idea básica: No debes crear contenidos porque tu competencia lo hace, o porque tienes alguien ocioso en tu equipo, sino porque crees en ello, porque tienes unos claros objetivos de marketing y porque sabes que puedes hacerlo bien.
Un buen contenido, aporta valor a tu audiencia
Ya hemos visto anteriormente qué es un buyer persona. Y esa es la referencia que debes tomar a la hora de crear un contenido: ¿es relevante, interesante, útil, inspirador o entretenido para ese cliente ideal, para ese público específico que tú has definido? Ponte en su lugar, no en el de tu marca. Es al buyer persona a quien tienes que conquistar, quien va a consumir tu contenido, quien lo va a apreciar o rechazar, y por tanto es a él a quien has de aportar valor a través de ese contenido. Si no hay valor, no hay nada.
Crea contenido de calidad alineado con tus objetivos
Una cosa es enfocar el contenido en tu cliente potencial, en tu buyer persona, y otra bien distinta es olvidarte de que eres una marca, que tu estrategia de marketing debe cumplir unos objetivos y que la herramienta para cumplirlos es tu plan de contenidos. No se trata de crear por crear, por muy bien que te queden tus creaciones. Si no hay retorno, si no hay conversiones, si no hay ventas o contactos o visibilidad o conocimiento de marca, si no hay resultados a corto, medio o largo plazo, no hay nada.
Un contenido de calidad aporta credibilidad
Un contenido de marca (branded content) puede ser (o parecer) subjetivo, poco creíble (“una historia muy bonita e inspiradora, pero no me la creo”). Por eso siempre es aconsejable apoyar tu historia con datos objetivos, con referencias reconocidas, con estudios, con ejemplos o casos reales. Una información objetiva siempre aporta credibilidad; y un contenido que se ve trabajado, bien documentado y elaborado a conciencia, aporta calidad. Y muy importante, un contenido de calidad siempre ha de ser coherente con los valores de la marca.
Crear contenido de calidad, ofrece variedad
No aburrir es una máxima del buen contenido. Y eso implica no sólo una redacción atractiva o un guión entretenido en el caso del vídeo o el podcast, también el uso de elementos que alegren la vista a la hora de acceder al contenido, que rompan la monotonía. La variedad enriquece y anima un contenido soso; y además estimula la atención y el interés.
Introduce vídeos en el blog, efectos visuales en el vídeo, destacados, infografías que resuman la información de un vistazo, edita el contenido audiovisual, innova. Huye de lo estándar, de lo aburrido de lo poco trabajado. Atrévete a ser creativo, original, diferente. Si tus contenidos no destacan, si carecen de personalidad propia, se eclipsarán en un océano de millones de contenidos similares.
El buen contenido siempre puede dar algo más
Si aportas un plus a tu contenido, un extra que sorprenda positivamente a tu audiencia, habrás ganado muchos puntos. El bonus track siempre se agradece. Por ejemplo, recursos y herramientas (ajenas a tu marca) que ayuden al consumidor a entender o aplicar mejor aquello de lo que estás hablando. No temas incluir enlaces, menciones o fuentes en tu contenido, sea en el formato que sea.
Compartir información para que tu audiencia profundice en sus intereses o necesidades habla muy bien de ti, de tu honestidad y de tu confianza en tus contenidos. Y facilitar la labor al consumidor en su búsqueda es algo que éste valora y agradece.
Crear contenido de calidad atractivo y apetecible
Si aportas un plus a tu contenido, un extra que sorprenda positivamente a tu audiencia, habrás ganado muchos puntos. El bonus track siempre se agradece. Por ejemplo, recursos y herramientas (ajenas a tu marca) que ayuden al consumidor a entender o aplicar mejor aquello de lo que estás hablando. No temas incluir enlaces, menciones o fuentes en tu contenido, sea en el formato que sea.
Compartir información para que tu audiencia profundice en sus intereses o necesidades habla muy bien de ti, de tu honestidad y de tu confianza en tus contenidos. Y facilitar la labor al consumidor en su búsqueda es algo que éste valora y agradece.
Crear contenido de calidad implica constancia y equilibrio
Crear contenidos es una labor más artesanal que industrial. La constancia es fundamental, pero constancia no significa saturación. Siempre es preferible crear menos contenidos pero más elaborados que llenar tu web con montones de contenidos mediocres o bombardear sin medida a tu público, que puede acabar agotado de ti.
Sé selectivo. Y busca siempre el equilibrio, la frecuencia perfecta en cada canal y formato. Por ejemplo:
Hay contenidos que exigen frecuencia casi diaria, como las redes sociales; semanal, como el blog o un podcast; quincenal o mensual, como una newsletter o un vídeo; o trimestral, como el ebook o un informe relacionado con tu sector (white paper). Lo importante, como en casi todo, es aplicar la dosis adecuada.
Un contenido de calidad sabe escuchar y aprender
Aprende a ser crítico con tu propio contenido. Nadie es perfecto. Y todo es mejorable. Ponte en el lugar de tu público, descubre qué les gusta, cuáles son sus preferencias, qué detalles les gustan y cuáles rechazan. Qué esperan de ti. Y para eso la palabra mágica es “escuchar”. Sus opiniones y comentarios, su actitud. Analiza su comportamiento en tu web o tus redes sociales, su reacción ante tus CTAs, su respuesta a tus propuestas o invitaciones, su interés en valorar, descargar o compartir tus contenidos.
Una buena escucha activa te ayudará a mejorar tus enfoques, tu tono y estilo, tu capacidad de engagement, tu poder de atracción… en definitiva, la calidad de tus contenidos.
Si no puedes crear contenido de calidad, también puedes dejarlo en manos expertas
Desarrollar una buena estrategia de marketing de contenidos no es fácil. Como hemos visto, requiere dedicación, compromiso y recursos para hacerlo bien. Si no dispones de esos recursos en tu departamento de marketing para desarrollarlo internamente, puedes contar con Sheridan. Una agencia especializada en marketing de contenidos, que domina todo el proceso: desde la estrategia de content marketing a la creación, difusión y optimización de los contenidos.
Ponemos a tu disposición un equipo de 40 profesionales para asegurar que tu estrategia de contenidos sea todo un éxito para tu negocio.
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